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El programa de las Fiestas de Navidad y de Fin de Año empieza en el mes de Diciembre con la apertura oficial del alumbrado navideño en las calles del centro de Funchal.

Estas festividades culminan con el famoso espectáculo de fuegos artificiales, reconocido oficialmente por el libro Guinness de los récords en 2006, como el mayor espectáculo de fuegos artificiales del mundo.

Estas fiestas incluyen un rico y extenso programa de manifestaciones culturales, religiosas, etnográficas y artísticas que se extienden durante todo el mes de diciembre y que finalizan con la celebración del Día de Reyes.
Más información sobre las Fiestas de Navidad y Fin de Año de Madeira en:

23 de diciembre

La Noche del Mercado se celebra el 23 de diciembre, cuando los madeirenses realizan las últimas compras de Navidad, y es en este momento cuando mejor se siente el espíritu de la «Fiesta», designación que el pueblo madeirense ha otorgado a la Navidad. Los habitantes se dirigen al Mercado dos Lavradores, donde las calles circundantes, que están cerradas al tráfico, se llenan de comercios que abren durante toda la noche. Estos presentan variados productos regionales como flores, arboles, frutas, verduras, dulces, bocadillos de carne vino y ajos y bebidas típicas, como la «poncha».
El anochecer es el momento más esperado del día, con el tradicional espectáculo de villancicos donde los isleños asumen el papel de verdaderos artistas. En este evento también participan bandas de música y grupos folclóricos que contribuyen para el ambiente festivo y de animación que perdura hasta el amanecer.

28 de diciembre

Organizada por la Asociación de Atletismo de Madeira, la Vuelta a la Ciudad de Funchal es una de las pruebas deportivas más antiguas del género en Portugal y en Europa. Esta competición atrae a la región numerosos atletas del panorama nacional e internacional y llena la capital madeirense de mucha adrenalina y animación.

31 de diciembre

El espectáculo de fuegos artificiales tiene una duración de cerca de ocho minutos y está distribuido en diversos puestos de quema de fuego localizados en el anfiteatro de Funchal, en la orilla marítima y en el centro de la ciudad, en el mar y otro en la isla de Porto Santo.
Este espectáculo grandioso, que es uno de los carteles turísticos más importantes de Madeira, reconocido internacionalmente por el Libro Guinness de los récords en el año 2006, como «el mayor espectáculo de fuegos artificiales del mundo».

Día 5 de enero

En la noche del 5 al 6 de enero, es costumbre cantar los Reyes en casa de los vecinos, y un poco por todas partes de la isla. Esta tradición popular intenta recrear la tradición popular de los cantos tradicionales madeirenses, que se realizaban durante este día, de puerta a puerta, en diversas localidades de la Región Autónoma de Madeira. Es por ello que la Asociación de Casas del Pueblo de la Región Autónoma de Madeira, organiza y produce un concierto en el Jardín Municipal de Funchal titulado «Cantar los Reyes» marcando así el fin de los festejos de Fin de Año.

Otras acciones que integran estas festividades:

«Missas do Parto» (Misas del Alumbramiento)

Las fiestas de Navidad empiezan con las «Missas do Parto» o Misas del Alumbramiento, que comienzan el día 16 de diciembre y terminan en la nochebuena, con la misa del gallo. Estas misas —las novenas— son nueve en total y se celebran de madrugada. Después de la misa, los fieles se reúnen en el atrio de la iglesia para escuchar los cánticos, acompañados por grupos de cuerda, acordeones y castañuelas y donde no faltan los cantos tradicionales llamados «despiques». Al fin se realiza un pequeño convivio entre los presentes donde se degustan algunas bebidas y dulces tipicos como el «mata-bicho», aguardientes, licores, galletas y tortas.
En algunas localidades de Madeira, como Cámara de Lobos y Camacha, aún se mantiene la tradición de las bandas filarmónicas, acompañadas por otros músicos con castañuelas, bombos, «braguinhas» o acordeones, que pasan de puerta en puerta entonando una sinfonía alegre, con el propósito de despertar a los vecinos e invitarles para tomar parte en este ritual típico.